Los informes médicos periódicos han dado cuenta de una importante disminución en el peso de los tres reclusos de la Cárcel De Angol, que desde el pasado 7 de abril iniciaron una huelga de hambre indefinida demandando la revisión de sus condenas.
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| El Desconcierto |
Según los últimos informes entregados por Gendarmería el pasado 30 de abril, Leonardo Quijón y Luis Marileo han bajado en promedio 10 kilos cada uno. Ambos, junto a Pablo Levinao, comenzaron el pasado lunes 7 de abril una huelga de hambre líquida, que preocupa seriamente a sus familiares ante la indiferencia del Gobierno central en la materia.
El detalle de los informes muestra que en el caso de Quijón, desde el inicio de la huelga pesaba 56.100 KG y tras 22 días su peso actual se redujo hasta los 47.200 KG. Por parte, Marileo inició la huelga con 87.100 KG, y el pasado 30 de abril ya estaba en 73.400 KG.
Hugo Melinao, uno de los cuatro voceros de presos mapuches de la Cárcel de Angol, aseguró que “la salud de ellos está bastante complicada, porque no es la primera huelga de hambre que están haciendo. Con ésta ya sería la tercera y cuarta”, y agregó que sus peñis alegan no haber tenido participación alguna en los casos por los que fueron condenados.
Un petitorio “accesible”
La petición de revisar las condenas se fundamenta para familiares y abogados en que en todos los casos hubo uso de testigos protegidos, herramienta legal que contempla la Ley Antiterrorista. Si bien los presos mapuches fueron juzgados por delitos comunes, los abogados defensores y familiares cuestionan duramente la utilización de testigos con el rostro cubierto para las penas de Marileo, Quijón y Levinao, todos condenados a 10 años y un día.
“Ellos se ven obligados a luchar con su cuerpo dentro de la cárcel, y eso hace que su salud no esté bien, y que la baja de peso sea bastante significativa. Para nosotros eso es peligroso porque puede hasta costarles la vida”, agrega Melinao.
Además de la revisión de sus condenas, los huelguistas piden el traslado al Centro de Educación y Trabajo, “que está dentro de las peticiones normales y que son alcanzables”, señaló Melinao, además del indulto humanitario para José Mariano Llanca, el cual fuera rechazado por la administración anterior, y que hoy esperan pueda ser revisado por el gobierno de Bachelet. Llanca está afectado por una enfermedad hepática de carácter terminal y Melinao aseguró que “lo único que lo puede salvar es un trasplante. Queremos que lo pongan en la primera prioridad a nivel nacional”.
Escasos contactos con el Gobierno
Melinao aseguró que hasta el momento las tratativas se han concentrado con el ministro de Justicia, José Antonio Gómez, pero criticó que hasta el momento éste ha priorizado contacto con los parlamentarios de la zona que con funcionarios de Gobierno. “Me imagino que quiere potenciar más el Partido (Radical) que estar en contacto con los voceros que representamos a los peñis, y él tiene a través de sus seremis nuestros contactos, pero busca un intermediario, ya sea diputado o senador de su partido, pero ellos no son competentes para el caso”, explicó.
El vocero afirmó que el intendente Francisco Huenchumilla se hizo presente “más que nada para una pantalla para los medios de comunicación”, ya que no ofreció ser intermediario con La Moneda y “básicamente pidió que se bajara la huelga”.
“Estamos claros que tanto la Presidenta como el Ministro están esperando que se hagan daño en sus intestinos, y están esperando ver su salud dañada para responder. Ellos saben cómo manejar a través de los médicos cuánto puede aguantar la persona, y recién van a tomar cartas cuando nuestros peñis tengan un daño catastrófico”, afirmó Melinao, y agregó que la responsabilidad será del Gobierno si algo les llega a pasar a los huelguistas.
Esta jornada, el senador del MAS, Alejandro Navarro, visitó a los presos mapuches de Angol y llamó a través de una carta dirigida al ministro Gómez a “una reunión urgente con los voceros de los presos para encontrar vías de solución en el corto plazo, ya que tiempo no queda”, según consigna Radio Cooperativa.
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