La dirigenta desecha un nuevo acuerdo de voluntades con la CPC: "Hoy no se hace necesario construir marcos de acuerdo entre las contrapartes". Agrega que espera que el debate por reformas laborales no se contamine con fantasmas como el del proyecto tributario.
PULSO |
Estas últimas semanas la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, ha visto copada su agenda entre el consejo ejec utivo de la multigremial, asambleas sindicales, presentación de proyectos del gobierno en donde ha estado invitada, pero por sobre todo por la organización del acto de conmemoración del Día del Trabajo este jueves. En esta antesala la dirigenta ahonda con PULSO en las expectativas que tiene la CUT frente a las reformas laborales comprometidas por el gobierno de Michelle Bachelet y a la apertura al diálogo que hasta ahora ha mostrado el Ejecutivo con el mundo sindical. En ese contexto reconoce que ve en este 1 de Mayo un escenario político y social distinto, que permite a los trabajadores entregar un mensaje más propositivo que reivindicativo. No obstante, eso no quita que la timonel de la CUT fije una clara postura respecto a las iniciativas que apuntarán a fortalecer los sindicatos y la negociación colectiva.
¿Cómo se han preparado para este 1 de Mayo? ¿Cuál será el tenor del mensaje que enviará la CUT a los trabajadores y autoridades?
-Hemos venido trabajando el tema del 1 de Mayo con harta fuerza, con mucho énfasis. Sabemos que en gran parte de las regiones del país se van a hacer actos del 1 de Mayo, y esperamos que sea un Día del Trabajador, por sobre todas las cosas, propositivo, en el sentido que no sólo vamos a reafirmar los tres ejes que la CUT ha propuesto para este período y que son la carta de navegación, sino también dar cuenta del momento político en el que estamos, y la oportunidad que se da de un nuevo ciclo social y político. Este no va a ser un 1 de Mayo exclusivamente de emplazamiento o reivindicativo, sino que vamos a dar cuenta de la disposición sindical a ser un actor incidente en las transformaciones que Chile demanda.
¿Un 1 de Mayo más propositivo en el sentido de cómo la CUT participa más directamente en las políticas públicas que se diseñan?
-No sólo estamos pensando en un diálogo con el gobierno, sino también con el Parlamento. Entendemos que hoy existen dos elementos que hay que conjugar muy bien: la posibilidad de reformas y de transformaciones profundas, con espacios de participación para que estas reformas se puedan producir. Eso quiere decir que no sólo nos sirve que se avance en proyectos de ley, sino que además que éstos incorporen la opinión de otros actores incumbentes. Por eso este sello de ponernos a disposición de las transformaciones que Chile demanda.
¿Qué tan distinto es el escenario social y político que se enfrenta este 1 de Mayo, en comparación con años anteriores?
-Yo creo que es especial no sólo por el cambio de gobierno; es especial porque estamos dando cuenta de un tiempo que no está consolidado. Cuando se habla de un nuevo ciclo social y político, estamos pensando en un proyecto país distinto al que hemos estado construyendo hasta ahora, y eso si bien pudiera decirse que comienza con un cambio de gobierno, no se consolida sólo por ahí, sino que también dependerá del rol que juguemos los actores sociales y también de la disposición que vayan construyendo los bloques políticos.
Reformas Laborales
Dada la configuración del Congreso, ¿confían en que las reformas laborales tengan un camino expedito?
-Yo no creo que hayan caminos expeditos y fáciles, y lo ha demostrado la propia reforma tributaria. No estamos ante un escenario con todas las condiciones necesarias para avanzar con la celeridad que uno esperaría. No obstante eso, uno reconoce que acá hay un compromiso, hay un programa que debe cumplirse, y por lo tanto, reformas que deben avanzar. Es significativo el envío de la indicación del Multirut dentro de esta lógica, porque nos va a poner en el tapete las verdaderas condiciones que hay para hacer el debate de las reformas laborales. Dependiendo cómo avance el debate del Multirut, podemos prever como podrían ir avanzando el resto de las políticas laborales y el resto de las reformas estructurales que el gobierno se ha planteado. Por eso es significativo.
¿Han conversado ya con las autoridades sobre las reformas laborales?
-El detalle de las reformas laborales no lo hemos discutido aún con la ministra (Javiera Blanco), es un desafío que tenemos ahora, una vez enviada la indicación sustitutiva del Multirut, porque tal como se señala, el Multirut no viene a resolver las reformas laborales, es un aspecto muy concreto que viene a determinar cuál es el empleador real para distintas razones sociales. ¿Esto resuelve todos los problemas? No. La reforma laboral tiene que concretarse: el sindicato como instrumento negociador por sobre los grupos negociadores, la titularidad sindical, el piso mínimo de negociación colectiva, y el fin del reemplazo en huelga, son elementos fundamentales de la propuesta de esta administración.
¿Tienen un tiempo estimado para que estas reformas ingresen al Congreso?
-Ojalá podamos avanzar con esto el segundo semestre del año, pero acá no sólo se trata de sacar rápido estos temas, se trata de sacarlos bien en favor del sector que representamos . Nos parece que existen condiciones dado que las autoridades han legitimado estos puntos, hemos ido avanzando en estos temas. De todas maneras vamos a solicitar una reunión con la ministra del Trabajo prontamente para abordar estos temas: cómo enfrentamos el debate y cómo participar y ser incidentes y contribuyentes en las iniciativas, porque ahí nos vamos a jugar un paso importante hacia una nueva institucionalidad laboral que es lo que propone la CUT.
Uno de los temas centrales de la reforma laboral es el fin del reemplazo en huelga. ¿Cuál es la posición de la CUT al respecto? ¿Sería a todo evento?
-Nosotros entendemos este punto como el fin efectivo del reemplazo en huelga; eso como idea fuerza. Entendemos como marco del debate que habrá que conocer también posiciones de contrapartes que quizás planteen reparos o ciertas condicionantes. Lo que está claro es que la posición de la CUT es muy nítida en esta materia, nosotros queremos el fin pleno al reemplazo en huelga.
Pero tienen claro que este es un tema muy sensible para los empresarios.
-Sabemos que no ha sido fácil hoy para el empresariado enfrentarse a tantos debates de fondo, donde sienten tocados sus intereses de manera tan directa. Ahora, creo que hay empresarios responsables y que entienden que el momento político en que está nuestro país demanda cambios y transformaciones, y creo que van a ser capaces de entender que es necesario avanzar en las deudas que Chile tiene con los trabajadores. Me imagino que no será la posición unánime, pero tendremos que ir viendo en el marco del debate cómo se enfrenta eso. Lo cierto es que éstos han sido temas vistos por la CPC y ellos se han abierto a estos debates. Por lo mismo, espero que con la disposición que han enfrentado hasta ahora el debate, la sigan enfrentando, y no que empiecen a construir fantasmas y temores como lo hicieron algunos sectores del empresariado en el marco de la reforma tributaria. No hagamos de esto una cacería de brujas, satanizar los debates o caer en la política del chantaje. Si queremos hacer diálogo y avanzar en estas reformas, lo que tenemos que hacer primero es hablar con claridad entre nosotros, poner los temas en la mesa, y avanzar con fuerza en lo que debamos avanzar.
En ese contexto, ¿hay espacio para un nuevo acuerdo de voluntades con la CPC?
-El último espacio de encuentro que tuvimos fue la convocatoria que hizo la OIT. Si me preguntas si hay condiciones para avanzar en un nuevo acuerdo de voluntades, yo te digo que no. No, porque ya hubo un gran avance en un tiempo que era difícil y donde las organizaciones sociales no teníamos ningún espacio. Hoy tenemos ese espacio para plantear nuestras inquietudes y hay disposición del gobierno de escuchar y atenderlas, por lo tanto hoy no se hace necesario construir marcos de acuerdo entre las contrapartes, sino que establecer diálogo con la autoridad; cada uno defenderá sus puntos de vista como mejor le parezca.
¿Hay posibilidades que entre las reformas laborales se avance en adaptabilidad laboral?
-Antes de enfrentar cualquiera de esos temas necesitamos devolverle legitimidad no sólo al sindicato, sino que al sindicalismo como un actor positivo. Avanzar en materias más allá de lo que el programa se ha propuesto, creo que es posible, en la medida que podamos sacar adelante lo que ya está. No sé si en el marco de la adaptabilidad y flexibilización laboral, porque insisto, primero hagamos el proceso de tener sindicatos fortalecidos y representativos, que puedan ir a ese debate en igualdad de condiciones.
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