El Barómetro de la Educación Superior 2013 realizó un estudio a alumnos de tercero y cuarto medio de todo el país, y cuyos resultados evidenciaron que existe un “serio problema de falta de información” acerca de la calidad de los establecimientos para estudiar una carrera y que sirva a los alumnos secundarios con el fin de que puedan tomar sus decisiones “no guiados por la marca solamente”.
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Así lo manifestó la directora a cargo de este estudio, Marta Lagos, al presentar los resultados de una encuesta a los secundarios en que se les pregunta acerca de sus preferencias en el ámbito de las universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica.
Marta Lagos expresó que “no tenemos criterios universales para la calificación de las universidades y para la selección; el alumno selecciona por el lugar donde está ubicado geográficamente y por su nivel socioeconómico, esos son dos motivos de segregación del sistema universitario chileno”, dijo.
Manifestó que “hay dos tipos de información que el mercado tiene sobre las universidades, uno es la propaganda que aparece en los medios de comunicación, y la otra son los escándalos. No existe un control de calidad intermedio, entre la propaganda y el escándalo; no existe un sistema para que los jóvenes identifiquen como para poder decir: ‘yo voy a usar estos criterios que son los que a mí me importan y voy a ir a la universidad que tengan los criterios que a mí me interesan’. Esto no ocurre porque los secundarios tienen que seleccionar geográficamente y de acuerdo a sus ingresos socioeconómicos”.
Lagos dijo que “ha habido una demanda gigante por ingresar a la educación superior. Seis de cada diez jóvenes de tercero y cuarto medio quieren entrar a la educación superior, y la demanda va a seguir creciendo, pero en un mercado inexistente”.
“Aquí no hay mercado, aquí lo que hay son las opciones únicas. Un joven puede tener tres opciones, pero no tiene las 60 opciones de todas las instituciones o más que hay. Las opciones son muchas más restringidas que eso, sobre todo socioeconómica y geográficamente”, añadió.
“De modo -dijo Lagos- que no estamos hablando de un sistema de educación superior, sino que estamos hablando de una oferta puntual, atomizada de educación superior que está dirigida a ciertos segmentos y sustratos de la población. Tenemos un sistema de educación superior precario, que está dominado por dos universidades que son universales (U. de Chile y U. Católica) tres universidades que están entrando al sistema universal que son la Usach, Universidad de Concepción y Federico Santa María, y después viene un mundo de distintos segmentos atomizados”.
Y los estudiantes de colegios particulares privados, prefieren, en este orden, la Universidad Andrés Bello, U. del Desarrollo, U. Diego Portales y U. Adolfo Ibáñez.
Marta Lagos sostuvo que, de acuerdo al estudio, durante el movimiento estudiantil de 2011, las universidades privadas alcanzaron el mayor nivel de que eran las mejores, pero éstas empezaron a disminuir en preferencias y alcanzaron un nivel que tenían anteriormente. En tanto, las universidades públicas tradicionales, que en 2011 habían disminuido en sus atractivos, en 2013 tuvieron un salto entre las preferidas por los secundarios, de 58 a 70 puntos.
“Lo que pasó es que las universidades privadas, que habían salvado muy bien su imagen con el movimiento estudiantil en 2011, fueron fuertemente afectadas por los escándalos de la Universidad del Mar y la U. de Las Américas, y otras que aparecen en la lista, y las universidades públicas recuperaron todo su prestigio que habían perdido en cuatro años por lo negativo de las privadas”, dijo la Marta Lagos, directora también de Mori.
Manifestó que prácticamente la única y mejor información que tienen los alumnos secundarios acerca de la educación superior, es la que proporcionan los medios de comunicación.
“Los alumnos secundarios no tienen otra información. Éstos se enteran del sistema universitario a través de los medios de comunicación. Yo me pregunto, en qué otro país del mundo las decisiones de dónde estudiar se toman de la agenda informativa. Aquí en Chile lo que vale para decir qué universidad es buena o es mala, es la agenda informativa. Aquí no existen fuentes y criterios universales, criterios de calidad, mercado nacional, no existen. En 2013 las mejores universidades vuelven a ser las públicas porque salió en la agenda informativa de que las privadas eran malas porque tenían escándalo, entonces, volvemos a las públicas”, expresó Marta Lagos.
Agregó que “las personas están ávidas de buscar información (sobre la enseñanza superior) porque ésta no está en ninguna parte”.
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